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El Audio no permite errores  Parte II José Mujica |
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¿Cómo? Razonamiento Vertical, razonamiento
Horizontal Por otro lado había alumnos que intentaban un método, si no les daba borraban y lo intentaban de nuevo, pero si de nuevo no les daba, borraban y se iban por otro camino y así sucesivamente, hasta que uno de los métodos le daba el resultado deseado. A esto lo llamé yo Razonamiento Horizontal Mi profesor
de Electrotecnia en la Universidad, José Luís Bracho nos dijo una vez que a él le
gustaban más los alumnos que obtenían un 10 que un 20 (escalas de evaluación
venezolanas de mi época). El alegaba que el de 10 había estudiado poco, pero
construía la solución durante el examen, la diseñaba, la deducía, el decía que éstos
eran los mejores ingenieros. Ya sabes no emplees razonamiento vertical en el Audio, se
pueden romper las cosas. |
Para aprovechar este
artículo es recomendable que usted haya leído la primera parte, léala. Nos habíamos quedado en lo delicado
que debe ser un profesional cuando desplaza cualquier parte de su organismo. En una clase
de Ingeniería le escuché al profesor Oscar Alvarez hablar sobre la experiencia de su
padre en los cuartos de transmisión de una emisora de radio. Los circuitos de la época
eran gigantescos y tenías muy poco espacio para desplazarte. Así que los técnicos de la
época se amarraban la mano menos útil (A veces la izquierda) para evitar que ésta junto
con el brazo le jugara una mala pasada y quedaran electrocutados en el acto. Cuando caminas en lo que llaman parrillas de iluminación sobre un teatro debes caminar con la certeza de un felino, tal vez por eso a veces la llaman "paso de gatos". Debes también mirar donde colocas las manos para sostenerte. El Caso del banco roto El trimestre pasado que comenzó a finales de enero la Escuela Adquirió un banco de los llamados butacos. Era un banco giratorio de esos que suben por medio de un resorte que es activado por una palanca. Para subirlo o bajarlo, bastaba con mover la palanca hacia arriba y el asiento subía o bajaba suavemente. Cual no fue mi sorpresa que a la semana de haberlo comprado nuestro subdirector me comunicó que uno de los alumnos del trimestre I había reventado la palanca. La palanca no era frágil, es decir no era como para que un simple error de manipulación causara su ruptura. Para que se tenga una idea, la fuerza que se aplicó a esa palanca para romperla la estimo a la equivalente que le aplicas a un gato hidráulico para elevar un automóvil, con el agravante de que lo hiciste en el sentido no permitido hasta que la reventaste. Lo cierto es que hablé con el grupo de alumnos y les comuniqué que no quería enterarme de quién había sido el culpable, simplemente que quería su reposición. No quise, ni quiero, ni querré enterarme del culpable por que me hubiera creado un prejuicio grave sobre un error que puede ser corregido en el tiempo. Al final soy un educador. |
La
perilla que no giraba más o según La ley de Murphy "Si no entra a presión busque
un martillo" Durante la primera clase de multímetros que dictó Alexander Antillano como preparador , ocurrió un accidente bien particular. Un alumno giró la perilla de encendido de un multímetro digital que tiene conmigo 15 años, en sentido antihorario. Lo hizo hasta tal punto que la perilla se deslizó en su eje quedando el punto de marca unos 15º antes de la impresión "On/Off". El cómo este venezolano empleó lógica inglesa para girar una perilla no es el objetivo de este artículo. La culpa tampoco fue de Alexander, a pesar de que nunca me había ocurrido en esa clase durante los últimos 15 años, yo estaba a su lado en el momento que ocurrió. El multímetro lo conservo para dar el ejemplo a mi alumnado de lo que puede durar un aparato cuando eres un profesional cuidadoso. Tal vez los orígenes Yo me pregunto si la sociedad matriarcal en que vivimos no tiene algo que ver en esto. Cada vez que un niño de mi familia comparte conmigo tecnología me tomo el tiempo de explicarles con calma como deben manejar los modernos micromecanismos que pululaban en las casas. Tales como los controles miniatura de un Minidisc portátil, los microsuiches de una Handycam, celulares, laptops, etc. Es muy probable que la solución a este problema se encuentre en que la sociedad vuelva a su concepto de familia integral. Pero como desde estas líneas dudo que podamos influir sobre esto, al menos intentaremos desde la escuela que nuestro porcentaje de alumnado que sufra de este problema lo corrija de la mejor forma posible. Esto último es un llamado a nuestros profesores. Un consejo a mis alumnos, si algún día se casan traten de mantener su matrimonio hasta el final. El divorcio es fácil, el reto es mantener una pareja ante todas las diferencias, sobre todo para evitarles futuros problemas elementales a los hijos, cuando no están las dos figuras que deben estar en una familia.
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