logob2.jpg (2191 bytes)

yout.jpg (1911 bytes)  twitlog.jpg (1032 bytes)  facelog.jpg (1091 bytes) instalog.jpg (1094 bytes)

¿Saben los artistas la calidad de sus Técnicos de

Audio?   mujiny1.jpg (9671 bytes)

José Mujica

jethro2015.jpg (17338 bytes)

Artistas que saben y los que no
De Jethro Tull me sorprendió enterarme durante el concierto que supervisé en el Teatro Teresa Carreño que en sus monitores "In Ear" pedía el sonido de la sala para darle instrucciones a su operador.

Me he declarado recientemente anti Abbey Road en toda sus extensión exceptuando algunos casos aislados. Un gente que estoy seguro que nunca tuvieron idea con todo y su legado excepcional para siempre, son los Rolling Stones y los Beatles. Y en este paquete incluyo al superpremio Grammy Alan Parson, también con su estupendo legado musical.

 



     Después de toda una vida dedicada al Audio y un tercio de está dedicada a la Psicoacústica Aplicada, puedo decir que más allá de las fallas notables conocidas, definitivamente la gran mayoría lo ignora.

    Cuando hablo de fallas notables, me refiero al Feed-Back tanto electroacústico como electrónico, los ruidos de contactos como los Scracht y los de tierra como los "Hum".

    Cómo se supone que se pueda explicar que un músico no sepa cuando un sonido es normal y cuando es excelente. Tanto en el área de música en vivo como en la de estudio de grabación esto debería ser un punto de honor, pero no lo es. Este extraño fenómeno no solo lo podemos achacar a los músicos populares, lo cual hasta cierto punto tendría algo de lógica. Ya sabemos que el estudio musical formal tiene exigencias inimaginables en algunos estratos. Pero es que se extiende a la música académica. La historia de la discografía está llena de grabaciones orquestales terribles. Desde ruidos de "Hiss" en los años 70's hasta mala microfonía en los tiempos modernos.

Una teoría del origen del problema

     En la Escuela mantenemos una lucha titánica día a día por el cumplimiento de los objetivos de los programas. Es muy difícil mantener un orden estricto de los contenidos con los seres humanos, todos tenemos ideas y pasiones que se desbordan de infinitas maneras cuando estamos dictando una cátedra.

    Un ejemplo clásico sucedía cuando me tocaba charlar con los alumnos del tercer trimestre de la carrera de TMA, después de que habían pasado el segundo trimestre estudiando Integrales en la materia matemática II, les preguntaba ¿Qué era una integral? y no me sabían decir qué era. Les reclamaba que eso no era aceptable, que de allí en adelante cada vez que estudiaran algo tenían que saber que era ese "algo", porque de lo contrario correrían siempre el riesgo de quedar en ridículo ante cualquier audiencia.

     Este fenómeno no es solo nuestro. En medicina por ejemplo. los médicos de las nuevas generaciones no auscultan al paciente. He estado con médicos que no te tocan, no te chequean la garganta, la respiración, el pulso, la garganta, los oídos y las pupilas. Este procedimiento anitugüo no existía para aparentar que nos atendían, por el contrario puede revelar diagnósticos de primera mano antes que una situación pase a mayores. Estoy absolutamente seguro que la omisión de este procedimiento ha causado muchas víctimas que la humanidad, como es de costumbre tardará años en tener en cuenta.    

     Otro ejemplo que siempre utilizo es el de la Ingeniería aeronáutica, fallas de procedimiento en el manejo de los aviones que han ocasionado tragedias en el pasado, dejan de ocurrir durante una o dos generaciones para volver a aparecer nuevamente. la conclusión es que la falla está en la enseñanza. Se va perdiendo en los mensajes.

     Finalmente alguna vez escribí que en la arquitectura nacional se perdió la enseñanza de la acústica básica, una vez desaparecido Carlos Raúl Villanueva, creador de la Universidad Central de Venezuela y su majestuosa sala el Aula Magna. Volvió tres generaciones después de la mano de un buen amigo, estuvo presente dos generaciones y ha vuelto a desaparecer con él. Esto es increíble.

    En la música no me cabe la menor duda de que ocurre el mismo fenómeno. Un percusionista popular al que no se le enseña cómo suena un tambor o un bajista al que no le enseña como suena un bajo, cargarán en encima con una cantidad de realidades y distorsiones que afectarán su criterio para la percepción auditiva. La cantidad de bateristas que afinan su instrumento excesivamente alto es impresionante. Lo mismo sucede con los que aman el repique que yo llamo de resorte, que no es más que una terrible resonancia que nada tiene que ver con un tambor.   

Los Sistemas de Sonido con los que creciste

     Otro factor menos manejable lo representa lo que oyen durante su vida. Me refiero específicamente a los sistemas de Audio para el hogar. En las últimas dos décadas esto ha variado para bien gracias a los minicomponentes con los herederos del control "Loudness", el Megabass, el Ultrabass, etc. Pero esto no se puede trasladar al operador, tanto de estudio como de música en vivo.

    Como lo escribí en un artículo, yo no nací en un hogar de audiófilos donde abundaran las mejores marcas.En mi adolescencia ignoraba que existían amplificadores McIntosh, Crown, altavoces Altec Lansing o JBL ni grabadores Ampex, Studer,ni siquiera Tascam. Como dice la canción del Joan Manuel Serrat, "Caminante no hay camino, se hace camino al andar".

    Mi consejo se reduce a una expresión que usé en mi artículo del mes pasado, que parece ligera,pero no lo es. Un tambor debe sonar como un tambor y un bajo debe sonar como un bajo. Dándole elegancia sería, la base rítmica que se graba, se reproduce o se amplifica, debe sonar a una base rítmica.  

logui.bmp (4950 bytes)                       email:escuelasuperiordeaudio@cantv.net