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¿Realmente deseas oír a Bill Evans or Glen Gould con tus oídos suspendidos 2 pulgadas sobre las cuerdas del piano-Uno sobre las altas y otro sobre las bajas? ¿Es el bajo y alto para ser percibido como viniendo de diferentes lados de tu cabeza? ¿Debe el estéreo desintegrar la música? ¿Hay algo de malo con el sonido de un piano que se encuentre a varios metros de distancia, aún si se confunde con los sonidos de otros instrumentos?¿habremos perdido la habilidad de hacer ajustes durante la ejecución y la escucha lo que nos permita preservar la belleza del sonido? En los años 60 algunas veces yo trabajaba en las orquestas de teatro de Broadway como bajista y algunas veces como conductor, cuando tomé un empleo en un espectáculo de Neil Simon con Burt Bacharach llamado "Promesa, Promesas". Phill Ramone había sido contratado como ingeniero consultor de Audio y una de las decisiones que fueron tomadas fue aplicar tecnología de grabación para un teatro por primera vez.. La idea era "Controlar" el sonido cubriendo el foso de la orquesta microfoneando a la misma. Cuatro mujeres fueron contratadas para cantar en el foso donde ellas podían concentrarse en producir un sonido hermoso sin tener que bailar y actuar, haciendo que perdieran su energía en esto. Sus voces eran amplificadas y entonces enviadas a los altavoces para apoyar el coro de escena. La creencia era que este método iba a revolucionar el sonido del teatro moderno y muchas producciones desde entonces han seguido aplicándolo de una manera u otra en detrimento de la experiencia del teatro en vivo.. Una vez decidido que el uso de esta tecnología es un hecho y la acústica natural es sacrificada por la necesidad de cubrir el foso, parece no haber forma de restituir una semblanza de balance de los elementos que completen la imagen acústica natural. El sonido de la orquesta es distorsionado y ahogado. En el interés de asegurarse que lo violines bajos se oiga en una forma que recuerde lo que la gente está acostumbrada a oír en la música popular, estos se sobreamplificam y explotan, colocando lo que debería ser la base de la música en una forma desproporcionadamente dominante y en una posición de distracción. Costosa y compleja ecualización fue aplicada al sistema de sonido con la idea de evitar las resonancias que ocurren en cualquier situación de cerramiento acústico. Nada de esto pareció ayudar. Los músicos continuaron controlando los balances para si mismos, de acuerdo a la limitada perspectiva disponible por ellos con los aislantes acústicos del cercano foso cubierto. Desde el foso las voces del escenario se tapaban por las paredes del mismo y cualquier intento de monitorear el sonido del escenario desde el foso hubiera producido incontrolables retroalimentaciones acústicas. Todo el mundo estaba aislado en el teatro exceptuando al ingeniero quien hizo su mejor esfuerzo en desmembrar los sonido en una especie de de hueco acústico que preparó. Que esto probara ser de todo menos que exitoso no debería sorprender Ese intento continúa siendo utilizado hoy en día en producciones teatrales encarando sus desastrosos resultados. Los buenos Ingenieros de Sonido/musicales con buenos oídos como Phill Ramone, continúan trabajando en ese circunstancias pero su perspectiva parece haber empeorado y su juicio normal se ve opacado por la continua terquedad de dominar una poca aplicable tecnología. Muchas de las motivaciones de estos experimentos viene por consideraciones económicas envueltas al tratar de recuperar las inversiones en costosas producciones que deben ser instaladas en teatros lo suficientemente grandes para asegurar el retorno de la inversión, pero estos teatros son demasiado grandes para proveer un práctico desarrollo acústico. Mucho de la misma situación existe en las salas de orquestas contemporáneas y salas de opera. Si son lo suficientemente grandes para acomodar una audiencia que pueda pagar los gastos del concierto, serán lo suficientemente grandes para no proveer respuestas donde estas actuaciones puedan ser bien escuchadas. Las grabaciones son maravillosos artefactos en la vida moderna. La tecnología tiene sus beneficios , sobre todo cuando es entendido lo que es en comparación con la realidad que existe con su ausencia. Una película de una caída del sol reproduce una limitada memoria del evento, no la experiencia. Una grabación del sonido de una orquesta, captado por la membrana de un micrófono, reducido a impulsos eléctricos (No importa si análogos o digitales) y dirigido a través de cables y circuitos para ser luego reemsamblado en los altavoces, solo puede ser una reproducción distorsionada de la realidad. Cuando es útil almacenar tantos elementos del evento como podamos en una grabación, todas estas tecnologías llegan a ser necesarias. Cuando un evento actual toma lugar, es malicioso pretender que la horrenda distorsión inherente aún en el mejor Sistema de reforzamiento sonoro pueda ser usado para implementar la comunicación. ¿Sustituiríamos un beso fuerte en el teléfono si uno suave y real estuviera disponible? Chuck Israels November 1992 |
Para el próximo mes comentaré José Mujica |
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