José Mujica
Garrard Zeo 100 cuyo
chasis era de metal color
blanco. Eran de tracción semidirecta, es decir el
giradiscos se movía por medio de la acción de una
rueda loca que comunicaba el rotor del motor con
su borde. Esta rueda era de goma lo que evitaba
que el ruido del motor se transmitiera a la aguja
y por ende se generara una retroalimentación
electromecánicaelectromecánica.
El Thorens TD166, es
el que poseo actualmente. Su tracción es por medio de una correa de goma. Su
amortiguación fue en su época la mejor del mundo. Puedes pegarle con los nudillos en el
chasis mientras funciona y la aguja ni se entera. Esto se logra por medio de un sistema de
resortes forrados en goma que suspenden todo el sistema de brazo-motor-giradiscos. Un DJ
moriría de un infarto con un Thorens, se toma unos 15 segundos en arrancar y si se te
ocurre hacer un scratch se vuelve a tomar 15 segundos más,
Technics 1200, tracción directa mal diseñada que transmite la vibración del motor a la aguja, además de una de las peores amortiguaciones que se conozca en sus patas. La belleza de los platos japoneses con sus líneas delgadas y acabados en plástico desplazaron a las grandes marcas del mundo de los DJ. Sus últimas generaciones han mejorado.
La búsqueda de la excelencia
Yo no dejo de sorprenderme cuando oigo comentarios parecidos, pero este tipo de expresiones te dicen que el grueso de las nuevas generaciones del mundo digital no están preocupadas en lo mas mínimo por estos formatos. Han nacido en un mundo de Bits, donde todo es blanco o negro sin importar los
matices.
Las nuevas generaciones son prácticas, no desperdician el tiempo en aprender sobre lo que no tenga vigencia o utilidad. Lo mas viejos dirán que el mundo siempre ha sido así, pero noto que ante tanta información y tecnología, el desprecio hacia lo obsoleto es mas intenso que antes.
En la escuela he visto de todo, pero me impresiona
cuando un alumno de clase media no tiene idea de lo que es un archivo pdf o un zip. Ellos
solo se interesaran en los tocadiscos si les llama la atención llegar a ser un
disc-Jockey y se tropiezan con que los discos de pasta dan cierto status. Es solo entonces
que se animaran a aprender algo sobre estos extraños aparatos. Eso si, solo investigaran
lo necesario, sin complicarse mucho. Allí es donde yo veo el punto negativo de la
historia. No podrás invertir bien tu dinero, ni sonar mejor si no conoces las raíces y
trayectoria de esta tecnología.
Es por esto que
comenzare por aclarar que no soy un experto en la materia de los tocadiscos, sino un
usuario accidental que los vivió y por lo tanto aprendió algunas cosas que quiere
compartir y recordar.
Mi parte en la
trama comienza tarde, A finales de los 70's solo sobresalían tres marcas de tocadiscos,
Los
Garrard, Los Lenco y los Dual. Bien asesorado compré unos Garrard Zero-100, con el tiempo
me enteré que su amortiguación era excelente, superaba con creces a los japoneses y se
podían alterar sus velocidades directamente en el motor.
Graduando un Brazo
En los 60's si colocabas un disco muchas veces en una noche, te decían "muchacho vas a rayar ese disco". Era cierto, los brazos no tenían contrapeso, las agujas eran un "clavo". Al aparecer el contrapeso reducías la fricción mecánica, primero equilibrando el brazo con "0" gramos de peso. Para esto rotabas el contrapeso en sentido antihorario hasta que el brazo por si solo se equilibrara horizontalmente y luego rotando en sentido horario, colocabas el peso recomendado por el fabricante de la aguja.
También tenías el sistema de antipatinaje o antiskating al cual le colocabas el mismo valor que al peso de la aguja. Con esto equilibrabas las fuerzas horizontales del brazo, evitando el desgaste de la aguja por un solo lado..
El ruido del motor lo detectabas, colocando la aguja sobre un disco, con el giradiscos apagado y dándole todo el volumen al amplificador. Si aparecía un sonido "Hum" en tus altavoces el diseño era definitivamente malo.
La amortiguación
La prueba de amortiguación consistía en hacer funcionar el tocadiscos cerca de las cornetas, si la amortiguación no era buena te iba a aparecer un sonido "rumble" en los altavoces. Esto te indicaba una retroalimentación electromecánica que delataba la mala amortiguación de tu tocadiscos.
Mientras viva y pueda no dejaré de tener una joya de éstas en mi casa.
Shure V-15
Con el permiso de los puristas, la mejor aguja que he
oído.
Ortofon
Está desplazando con ventaja
la pésima calidad de reproducción de las agujas más famosas para DJ.
Pickering
La guía de USA después de Shure, buena. También estuvieron la Empire
y los japoneses con Audio Technica cuyo presidente creó la fábrica
molesto por la mala calidad de las agujas del mercado.
AKG
Después de su fama haciendo micrófonos también hizo agujas. Pero la calidad de sus micrófonos siempre opacaron este segmento de su mercado.
