Escuela Superior de Audio y Acústica                

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Errores en una Escuela de Audio

José Mujica

     Los tiempos que se viven hacen muy difícil la reposición de dispositivos y accesorios debido a su elevado costo. Por eso se hace necesario algo que debería ser normal todo el tiempo, metodología de la manipulación de equipos. Creo que todo buen profesional de un área técnica debe ser en extremo cuidadoso con sus herramientas de trabajo.

     En mi caso mi bolsillo siempre fue muy pequeño, razón por la cual me convertí en un obsesivo cuidador de mis herramientas. Tengo entre mis bienes herramientas que tienen más de 30 años conmigo. Mis equipos de medición también los conservo con especial cuidado. En la Escuela hay un multímetro marca Goldstar que ronda también los 30 años y todavía está operativo y se emplea en las diferentes clases de medición. 

    A continuación enumeraré algunos errores que he encontrado en el tiempo que he ido tratando de que se controlen y no se repitan. Las crisis económicas traen consigo una dinámica en la rotación de personal. Si no existe una metodología de procedimientos técnicos  establecida,  errores que se creen controlados vuelven a surgir causando estragos.

  El Clamp  del 421

 

    Este maravilloso micrófono que es un clásico de todos los tiempos, con una historia cercana a las cinco décadas tiene un detalle que debe cuidarse particularmente. Se trata de su clamp de agarre al pedestal, el cual funciona por medio de un pasador mecánico que es muy fácil de activar por accidente.

     Cuando se activa el clamp por accidente es muy fácil que el micrófono termine de mala manera en el piso. En el entrenamiento a los alumnos se les debe instruir enfáticamente sobre este detalle de manipulación para evitar accidentes indeseables y prohibidos con cualquier micrófono.

La  Carga de un amplificador

 

     Una omisión común en la enseñanza es no conectar la teoría con la práctica. A pesar de que los programas estén diseñados para hacer esas conexiones, cuando un profesor omite esa conexión por no seguirlos al pié de la letra ocasiona, resultados contraproducentes.

     En la Escuela dos pares de altavoces marca JBL modelo Control 5 son manejados por amplificadores Crown que sobrepasan su potencia rms. Estos altavoces pueden manejar en teoría hasta 150W rms cada uno. Uno de esos amplificadores puede entregar hasta 250W con una carga de altavoces de 8 Ohms. Hasta aquí ya debía ser una alarma para que cualquiera sea el profesor, instruya al alumno del cuidado con los niveles de ganancia que debe manejar en su amplificador todo el tiempo.

 

Los colmos

 

Rayando unas Vertec. Todavía no he tenido tiempo de reclamar cómo, cuando se pintó la sala de conferencias JAM de la Escuela, no se taparon adecuadamente las Vertec. Hubo de gastarse casi 2 horas en hacer desaparecer pequeñas gotas de pintura blanca de los poros del Sub-bajo.

Pero allí no termina, en esta sala algunos escritorios móviles han perdido sus ruedas por parte de alumnos que ignoran, que unos 65Kg sobre la esquina de uno de ellos las romperán.  Uno se pregunta por qué si hay escritorios fijos sin ruedas, justo enfrente del sub-bajo de una Vertc JBL original, se coloca exactamente el escritorio que tiene ruedas y que raya su frontal, cada vez que el alumno se asienta para escribir. .

 

 

 

 

 

 

 

    El problema se agrava cuando te enteras que la Control 5 es un altavoz de 4 Ohms y sabes por teoría que ese amplificador cuando se le baja su carga de altavoces a la mitad (Es decir de 8 a 4 Ohms) sube la potencia a entregar, al doble. Es decir el amplificador es capaz de entregar 500Watts por canal a esos altavoces. Suficiente para ocasionar un daño de grandes proporciones.

  El golpe de un proyector

 

 

 

 

      La mancha que se ve en pantalla del proyector en la foto, (Tomada durante la visita de nuestros amigos de la Universidad McNally&Smith de Minnesota), fue determinada por los propios talleres de la Epson, como un golpe recibido por el proyector por mala manipulación. La reparación implica el cambio de la tarjeta del aparato.

 

 

    Como si eso fuera poco, la delicada pata telescópica que se encuentra en el centro del proyector fue dañada por forzarla, sin pensar primero en cómo funcionaba. 

 

 

Cómo nos sentamos

 

 

 

 

 

Un profesional no usa las sillas como mecedoras. Los líderes, jefes de departamentos ni gerentes son personas descuidadas hasta en el simple hecho de sentarse. los jóvenes traen muchos vicios de la educación secundaria y una institución que se precie de formar profesionales, debe no solamente cubrir la carga académica.

 

 

     La formación de un profesional integral pasa por detalles tan elementales como el vestir, la higiene, los modales, el desenvolvimiento social y en general el comportamiento. Estas sillas no fueron dañadas por gerentes que no saben ni cómo sentarse.

 

 

 

Y no encendió.

 

 

 

 

 

     Una mañana conseguimos este botón hundido. Concluimos que alguien del curso nocturno intentó encender este CPU sin percatarse de que tenía un botón posterior. Como no encendía al individuo en cuestión no se le ocurrió otra mejor idea que presionar en cada ocasión con más fuerza el botón. Lo hizo a tal punto que no solo hundió el botón para siempre, sino que desprendió el frontal del case del resto de su cuerpo. El botón rojo que se observa, fue la reparación que hubo que practicar.