Ser el Mejor

Ser el mejor del Audio

José Mujica

Para dar el consejo de ser el mejor del mundo se necesitan dos elementos. Uno es que aquel que lo aconseje ya tenga experiencia en serlo y el otro es que pueda convencer a la gente de que puede serlo. Tengo años intentando vender varias ideas en este sentido sin el éxito que desearía. En la Escuela hemos logrado que surjan profesionales que se han hecho de un nombre y prestigio que ahora por la situación actual del país han traspasado sus fronteras. Eso me llena de orgullo pero debo confesar que espero más porque sé que pueden.

No puedo jactarme del ser el mejor del mundo porque si lo fuera no necesitaría publicitarlo, pero cada día lo intento por dos razones, la condición extrema del país lo exige y la crisis económica invisible del planeta también. Hace tres años juraba que había terminado, tenía mis modestos éxitos en mi tierra. Me iba a dedicar a construir una chalet más grandes, Comprar un par de carros nuevos y pasar un mes al año en donde me encanta, pero al igual que a millones de mis compatriotas, me tocó tropezar con uno de esos errores de las sociedades que preferirías no haber enfrentado. Vamos por partes.

Hazlo que yo no he podido.

Yo no pretendía irme a tener éxito en otro lado, había coqueteado muchas veces con el exterior haciendo nombre en algunos sitios puntuales, nada espectacular. Logré en una época dictar cursos piloto de Audio en español en Nueva York y vender mis libros y software a la comunidad latina. Pero las cuentas económicas y de tiempo me daban menos esfuerzo en mi país que afuera.

El salto comenzó al agudizarse la crisis y cumplir la Escuela 20 años (2015). Para celebrarlo haría que la Escuela se internacionalizara. Ya lo había logrado en español donde en sus mejores tiempos llegamos a los 11.000 lectores mensuales en nuestra pagina web. Hoy con la crisis venezolana, U.S.A. es el país que más nos lee, seguido de México y en cuarto lugar España. Perdimos 4000 lectores venezolanos en los últimos dos años.

La internacionalización vino con nuestros acuerdos con instituciones norteamericanas, (Aún una pendiente), para que le dieran equivalencias directas a nuestros alumnos y lo logramos. También vino con las entrevistas que hice a grandes personalidades norteamericanas que han hecho historia en nuestro medio. El punto final en esta etapa consistió en ser aceptados de manera vitalicia como un medio de comunicación en la Audio Engineering Society.

Actualmente estoy trabajando en el desarrollo matemático aplicado para instituciones norteamericanas junto con un familiar cercano que es profesor de la Universidad de Harvard y Jefe editor de la McGraw Hill. También estoy cultivando sólidas relaciones con el mundo artístico y profesional de mi área en mis redes en inglés. ¿Lo lograré nuevamente? No lo sé.

¿Cómo se inicia?

Entendiendo que ya estás retrasado en tiempo y que casi siempre todo proceso hacia el éxito consume mucho de esa variable. Primero busca el área donde mejor te desenvuelvas y si no has visto algo que no se haya creado, cámbiala.

Notas:

El último en entender el chiste.
Los nacionales siempre hemos sido más lentos de lo que requieren los tiempos y debemos cambiar eso. No tendrá más de una década nuestra conciencia de que tenemos que aprender seriamente el inglés. Pero no hemos entendido que no se trata de masticarlo con nuestra mala pronunciación característica sino volvernos unos expertos. Ahora a parte de eso debemos enterarnos que tampoco eso es suficiente sino que ahora es necesario que lo escribas con facilidad y profundidad. Si, toma años, pero es tu mejor apuesta.
¿Qué no se ha hecho?
Cuando he propuesto ideas de tesis en mis artículos, muchas investigaciones no se han hecho. Todavía no han creado el microbajo para celulares, ni los silenciadores para taladros de dentista ni ciertos electrodomésticos. Viendo un video de lo sencillo que resulta construir un micrófono de cinta y enterarme que el buen amigo de la escuela, el cantante Chris Isaak, fabrica los suyos me llevó a proponérselo a los alumnos como tesis. Ninguno la ha tomado y peor aún, ni siquiera se les ha ocurrido pensar que podría ser el primer fabricante de esta joya de la tecnología para Latinoamérica.

El Método para ser un científico

Ajuste de curvas. En la Escuela nos toma cuatro horas académicas de 45 minutos explicar este poderoso método, pero en 14 años no hemos podido convencer a nuestros egresados del poder que les otorga.

¿Qué hace?

Es un método que te permite transformar cualquier experiencia en una fórmula matemática y poder venderla o andar por el mundo explicándola. Lo más increíble es que el método no requiere de Análisis Matemático sino de simples matemáticas de bachillerato.

¿Ya tienes tu canal de YouTube?

Me refiero a ese donde demuestras tus técnicas de mezcla y edición y se puede oír en la casa de cada seguidor las diferencias de tu trabajo con el sonido original. Si ya lo hiciste ahora viene el problema de aprender a promocionarlo para que no estés contado solo con tus amigos.

Lo que no ves.

Siempre me pregunté cómo hacían los servicios de la redes sociales para ser mayormente gratuitos. Servicios como Google, YouTube, Facebook, etc. requieren de monstruosas instalaciones de servidores que nunca he querido imaginar cuánto cuestan. La respuesta ha venido sola. Después de la explosión de la primera burbuja financiera digital de Silicon Valley, ahora tenemos en puerta alarmas de lo que viene. En los videos de YouTube ahora tenemos publicidad grosera incrustada. La manera tan torpe en que lo han hecho denota dos cosas, una, que generarán un rechazo de grandes magnitudes de sus usuarios y surgirán nuevos servicios competidores, al principio gratuitos. La otra es que muchos servicios gratuitos que deberías estar aprovechando para tener éxito, dejarán de serlo de una manera u otra.

Las nuevas generaciones tienden a descuidar varios factores por creer que son eternos o restarles importancia. Uno es el tiempo y esa falsa creencia de pensar que todo siempre estará allí. Esto incluye servicios, instituciones, personas, maquinarias, etc. Otro es la comunicación, cambian de un servicio a otro de una manera ligera sin medir las consecuencias, esto incluye sus números telefónicos, los correos electrónicos, las cuentas de redes sociales, etc. Todo es ensayo y error, si antes usaban teléfonos BlackBerry al cual nunca le midieron la eficiencia, ahora se cambian a Samsung y después que lo tienen un tiempo es que evalúan si es lento o no. Sobre este punto ya había escrito con anterioridad catalogándolo de gran error.

Yo no puedo.

A este síndrome, principalmente latinoamericano lo he atacado varias veces tratando de demostrar la gran equivocación de practicarlo. Es el obstáculo más grande que puede tener un ser humano, su mismo yo. Una curva de aprendizaje de 9 meses para manejar el lenguaje C de programación y desarrollar aplicaciones para plataformas móviles, les parece un proyecto de vida. Realmente lo es, pero nunca porque te va a llevar toda la vida, sino que con ese aprendizaje podrías resolverla para siempre. Lo más terrible es que no se percatan que en esos 9 meses no es que dejarán de respirar vivir, producir y divertirse.

Escribí recientemente que quería desarrollar la animación 3D, pero no porque me guste como Hobby, sino porque tengo en mente desarrollar el documental sobre la vida de un personaje histórico que conozco y nadie le ha hecho este trabajo. Como me resulta más difícil, sin los recursos adecuados, proponerle la idea a Hollywood, para quedarme sin ella, tal vez aborde el proyecto con un corto animado. Allí está la diferencia, un joven toma un curso de animación 3D durante dos años, hace que su padres inviertan una fortuna en él y al graduarse solo espera que alguien lo contrate para resolverle vida y en Latinoamérica no funciona de esa manera.

Las Ideas

No he investigado si la expresión "Si no luchas por tus sueños terminarás luchando por los de otro" pertenece a Bill Gates, como lo he visto recientemente en un poster. Lo que si sé es que las ideas originales no llegan gastando el tiempo en las ideas de otros, por ejemplo jugando juegos de computadoras de manera infinita.

Alguna vez he escrito que cuando llegué por primera vez al Primer Mundo me maravillé con su organización y adelantos, pero de inmediato comencé a preguntarme qué era lo que no tenían. Cuando presencié por primera vez la presentación de Windows con sus maravillosos íconos en pantalla, después de haber vivido toda mi vida con pantallas de letras verdes, me fasciné. Pero lo primero que averigüé a los pocos días, era con qué herramienta podía hacer programas para esa plataforma para venderlos. Así llegué finalmente a desarrollar la aplicación Audio Utilities que es un software de utilidades que ellos no tenían. A un precio de $.40 cuando las aplicaciones de ellos rondaban los $.800, fue un mercado temporal que me dio modestos dividendos.